La misma pareja, ambos de 11 años de edad y trasladados desde China en 2011, ya tuvo una cría en 2012, la primera de este zoo en 24 años, pero falleció de neumonía seis días después de nacer.
Shin Shin mostró signos de embarazo en 2013, aunque más tarde se demostró que había sido una falsa alarma.
El nacimiento de la nueva cría podría tener un impacto positivo para el centro de unos 26.700 millones de yenes (unos 216 millones de euros), según expertos locales consultados por el diario Nikkei.
El panda gigante es una de las especies más vulnerables en el reino animal debido a la dificultad que tiene para reproducirse, un problema derivado de la pérdida de hábitat y la endogamia, y por el corto período fértil de las hembras, de unas 36 horas al año.
En septiembre de 2016 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) retiró al oso panda de la lista de especies en peligro de extinción y lo catalogó como una especie "vulnerable" dentro de la clasificación de nueve niveles que establece.
En virtud de esta clasificación que mide el riesgo de desaparición de cada especie, "en peligro" es el cuarto escalón en gravedad, "vulnerable" es el quinto y "extinto" el primero.
Según el último recuento de las autoridades de China, donde viven la mayoría de los pandas gigantes en libertad, el país tiene 1.864 pandas gigantes y 371 viven en cautividad en todo el mundo.
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